El rezago en infraestructura sigue siendo el mayor desafío para la cadena logística en América Latina, según Antonio Domínguez, presidente de Maersk para América Latina y el Caribe. En una entrevista con Bloomberg Línea, Domínguez explicó que la infraestructura deficiente en la región se ha vuelto más evidente en la última década debido a la falta de conexiones eficientes entre puertos y ciudades, escasez de ferrocarriles y procesos aduaneros lentos y no automatizados.
El conflicto en Medio Oriente y el incremento de la demanda de servicios marítimos están presionando la disponibilidad de la flota de buques de portacontenedores. Se estima que la demanda por servicios de transporte marítimo ha aumentado entre un 9% y un 12% a nivel mundial, pero la capacidad de la flota no está logrando seguir el ritmo de esta demanda, especialmente a medida que las mayores economías globales incrementan sus exportaciones.
Domínguez señaló que la disponibilidad de flota es un 9,6% superior a la de 2023, pero esto no es suficiente para la alta demanda actual. En abril pasado, el comercio exterior de China creció un 8% interanual, alcanzando los 3,64 billones de yuanes (US$503.800 millones). Este aumento en la oferta y demanda ha provocado un alza en los fletes. Los fletes que antes costaban alrededor de US$1.000 se han disparado a US$7.000 para mercancías enviadas a EE.UU., mientras que los fletes desde China a Latinoamérica han aumentado entre US$2.000 y US$3.000 en comparación con diciembre pasado.
La infraestructura deficiente en Latinoamérica se refleja también en problemas de calado en los puertos, congestión en los puertos de Brasil y la reciente sequía en el Canal de Panamá. Maersk ha invertido US$200 millones en Colombia para expandir el espacio de bodegas y abrirá un nuevo patio logístico en el país en los próximos 15 días. La compañía también ha utilizado barcazas y servicios aéreos para mantener el flujo de mercancías en áreas afectadas, como Manaos en Brasil.
La falta de lluvias en Panamá ha impactado el tránsito regional, ya que el Canal de Panamá gestiona alrededor del 3% del volumen de comercio marítimo mundial. El nuevo gobierno de Panamá planea expandir las represas de agua dulce para el canal, lo que permitirá aumentar las reservas de agua.
Domínguez concluyó que eventos geopolíticos están impactando directamente la cadena logística mundial, y Maersk está haciendo esfuerzos para asegurar el flujo de contenedores vacíos y mantener la estabilidad de la oferta y el ciclo completo.