Desafíos y obstáculos: Brasil enfrenta un retraso de 5 años en la transición a vehículos eléctricos, según un estudio de A&M

Un reciente estudio realizado por A&M, una empresa global de consultoría empresarial, revela que Brasil enfrenta un retraso de aproximadamente cinco años en la transición hacia vehículos eléctricos en comparación con los mercados líderes. Según la investigación, la demanda en el país aún no está lista para adoptar el nuevo contenido tecnológico debido al bajo poder adquisitivo de los brasileños y a las barreras de acceso al crédito.

Según David Wong, director de A&M, incluso con la disminución de los precios, los vehículos eléctricos siguen siendo significativamente más caros que los modelos tradicionales con motores de combustión interna. La batería sola representa entre el 30% y el 40% del costo total del vehículo.

"Aunque la industria esté completamente establecida, Brasil puede no tener la escala para exportar automóviles puramente eléctricos, ya que otros países serán más autosuficientes en la producción de estos vehículos y sus componentes", destacó Wong.

El estudio de A&M indica que actualmente circulan alrededor de 100,000 vehículos eléctricos en Brasil. La estimación para 2030 es de 1.3 millones de vehículos y, a largo plazo, hasta 2050, el país deberá alcanzar al menos los 20 millones de vehículos puramente eléctricos en la flota para cumplir con los objetivos de descarbonización. Esto se complementará con una flota aún más grande de vehículos híbridos, principalmente con el uso de etanol.

Para Wong, alcanzar esta meta enfrentará varios obstáculos. Destaca la falta de una industria de baterías, desde el procesamiento hasta la producción de celdas, en Brasil. A pesar de que el país posee prácticamente todos los minerales necesarios, como fosfato, hierro y litio, Wong señala que se necesita una inversión estimada de al menos $1 mil millones para iniciar una planta, y también se requiere un período de aproximadamente tres años, desde la planificación hasta el inicio de la operación de la fábrica.

Por otro lado, Wong enfatiza que Brasil, con su industria y escala, es uno de los pocos países capaces de sostener la producción de sistemas para la tecnología de motores de combustión interna. Destaca la importancia de que las empresas piensen estratégicamente en cómo aprovechar esa escala de producción, garantizando la competitividad durante la transición hacia las nuevas tecnologías y evitando el riesgo de que la industria pierda relevancia a nivel local y global, convirtiéndose en un mero importador de vehículos ensamblados en el futuro.

BYD inaugura fábrica de vehículos eléctricos en Bahía
En un hito para la industria automotriz brasileña, la fabricante china de vehículos eléctricos BYD anunció la inauguración de su fábrica en Camaçari, en la región metropolitana de Salvador (BA), según lo publicado en octubre por Tecnologística. La planta, que anteriormente pertenecía a Ford, marca un paso significativo en la nacionalización de los productos de BYD y una transformación en la región.

El gobernador del estado, Jerônimo Rodrigues, confirmó la adquisición de la planta a finales de junio, con una inversión de al menos R$ 3 mil millones y la promesa de crear 1,200 empleos. La fábrica será la primera dedicada a la producción de automóviles eléctricos en Brasil y fabricará los modelos Dolphin, Yuan Plus y Song Plus, mientras mantiene la importación de los modelos Seal, Tan y Han. Además, BYD planea agregar el subcompacto Seagull y una camioneta eléctrica a la línea de ensamblaje, inicialmente importados de China. La empresa también confirmó que la fábrica producirá autobuses y camiones.