La frontera entre Corumbá (MS) y Puerto Suárez (Bolivia) es uno de los principales corredores logísticos de Brasil en América del Sur, moviendo US$ 1,6 mil millones y 1,2 millones de toneladas de carga en 2024. Sin embargo, la región enfrenta obstáculos estructurales que comprometen el flujo de mercancías, como un puente estrecho y deteriorado y la precariedad de la BR-262, una carretera esencial para el comercio.
La infraestructura deficiente impacta directamente la logística y los costos del transporte, dificultando la circulación diaria de cuatro mil camiones y dos mil vehículos de menor porte. La Receita Federal de Brasil reconoce que la capacidad del puente no corresponde a la importancia estratégica de la ruta, que también sufre por la falta de inversiones en el transporte ferroviario.
Empresarios y representantes del sector de transporte alertan sobre la necesidad urgente de mejoras, incluyendo la construcción de un nuevo puente y la duplicación de un tramo de la carretera. Según Edmar Fernando Cruz, director de Agesa, la falta de acciones efectivas compromete la competitividad del comercio exterior y limita oportunidades de negocio en la región.