La grave sequía que afecta al Canal de Panamá, una de las rutas comerciales más importantes del mundo, ha estado alterando la dinámica comercial de exportación en todo el mundo desde mediados de agosto de este año. El aumento de la temperatura de los océanos y la falta de lluvias abundantes, debido a los cambios climáticos y al fenómeno de El Niño, han reducido drásticamente los niveles de agua y han dificultado la operación de las esclusas que permiten el paso de las embarcaciones por el canal.
A principios de este mes, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) anunció que reducirá gradualmente el tráfico de barcos, pasando de 38 travesías diarias a 25 durante el mes de noviembre. Se espera una disminución a 18 barcos para febrero de 2024. Además, se ha reducido la distancia vertical entre la parte inferior de la quilla y la línea de flotación de una embarcación, conocida como calado de los barcos. Esta modificación ha obligado a varias embarcaciones a descargar contenedores antes de realizar la travesía.
"Se estima que el 5% del comercio internacional y el 40% de todo el tráfico de contenedores de los Estados Unidos pasan por el Canal de Panamá. En la ruta China-Estados Unidos, los precios del transporte spot ya han aumentado más del 30% después de las recientes restricciones. Esta situación encarece el transporte marítimo y, como resultado, la tendencia es que los costos de flete y los precios de las mercancías también suban. El Canal de Panamá maneja alrededor de $270 mil millones en carga anualmente", explica Cláudio Ramos, director de Proyectos Industriales y Energía Renovable de DHL Global Forwarding en Brasil.
A medida que pasa el tiempo, el aumento de los precios causado por la sequía puede tener grandes impactos en los valores de productos derivados del petróleo, especialmente combustibles, y en productos electrónicos. Otros productos que pueden verse afectados incluyen alimentos perecederos, que no pueden esperar la liberación del tránsito por el Canal de Panamá y la búsqueda de una ruta alternativa puede encarecer el precio final del producto.
El experto en geopolítica, Thiago de Aragão, alerta sobre la gravedad de la crisis generada por la situación actual del canal. "Estos efectos dominó en los precios difícilmente se resolverán rápidamente, incluso si mañana llueve, porque estás comenzando a crear un acumulado negativo en relación con el Canal de Panamá, lo que hace que la situación sea bastante difícil de resolver", afirma.
"Para que un barco pase por el Canal de Panamá, se requiere un orden. Ahora, cuando generas un problema grave, que [los barcos] no pueden pasar debido a la sequía, tienes un acumulado de reservas tan grande que, incluso con una solución, aún llevará algunas semanas o incluso tres meses para normalizarse. Mientras la situación no se normalice, alguien está perdiendo dinero en el proceso logístico de transporte. Y esta pérdida de dinero generalmente se refleja en el producto, por lo que termina encareciendo varios productos", detalla.
Para intentar sortear la situación, no retrasar las entregas de mercancías esenciales y tratar de evitar el impacto del aumento de precios para el consumidor final, empresas de todo el mundo están buscando alternativas de emergencia. Una de ellas es el uso de buques multipropósito (breakbulk), que generalmente tienen un tamaño y calado menor que los portacontenedores y pueden brindar más agilidad en el transporte de cargas. Otra solución puede ser el uso de rutas alternativas, después de evaluaciones de costo y tiempo de tránsito.
Según Ramos, el Cabo de Buena Esperanza, en el extremo sur de África, es una ruta alternativa bastante tradicional que se puede utilizar en este momento de limitaciones en el Canal de Panamá. Otras soluciones pueden encontrarse en Egipto, a través del Canal de Suez, teniendo en cuenta la inestabilidad política en la región, y también en el Cabo de Hornos y el Estrecho de Magallanes, ubicados en el extremo sur de América del Sur, entre el océano Atlántico y el océano Pacífico. Sin embargo, estas opciones pueden ser desafiantes desde el punto de vista geográfico.
"La multimodalidad puede ser una alternativa para algunas cargas y rutas. Por ejemplo, las cargas que salen de la Costa Oeste de América del Norte pueden enviarse por vía terrestre a los puertos de la Costa Este con destino a la Costa Este de América del Sur. Para otras cargas, el transporte aéreo puede ser una opción. Para estas alternativas logísticas, es necesario elaborar estudios de costo y tiempo de tránsito", detalla.
Otras empresas también apuestan por diferentes soluciones para garantizar la continuidad de los servicios, como es el caso de Maersk, la compañía naviera danesa, que ha implementado barcos adicionales, conocidos como "extra loaders", para compensar la pérdida de capacidad. Además, la empresa explicó que "busca verificar las condiciones meteorológicas y los tiempos de espera operativos en los puertos anteriores para garantizar una fecha que asegure el tránsito por el Canal".
A pesar del impacto en fabricantes, minoristas y consumidores de diversas partes del mundo, se estima que el comercio brasileño no se vea afectado directamente por la sequía en la vía interoceánica. Cláudio Ramos señala que, en este contexto, "es difícil aislar el comercio exterior brasileño". Además, se espera que Brasil produzca una cosecha récord de soja, maíz y algodón el próximo año. Esta situación debería impulsar fuertemente el transporte marítimo hacia Asia en los próximos meses.
El Canal de Panamá es uno de los puntos clave del comercio mundial relacionado con el tráfico marítimo y ha estado en funcionamiento desde 1914. En 2022, alrededor de 13,000 embarcaciones pasaron por allí.