Los países africanos enfrentan una nueva crisis con la agitación en el Mar Rojo, en medio de los efectos persistentes del COVID-19 y la guerra en Ucrania. El conflicto plantea serias implicaciones económicas que podrían afectar las rutas comerciales y las cadenas de suministro, trayendo consigo una serie de desafíos para la región.
Según un informe del Institute for Security Studies, un organismo de la ONU centrado en políticas de seguridad humanitaria en África, aunque las interrupciones actuales afectarán principalmente las rutas comerciales entre Europa y Asia, los países africanos no quedarán inmunes a las repercusiones.
Afectaciones al comercio internacional marítimo
El Mar Rojo es crucial para el comercio mundial, con aproximadamente el 12% del comercio mundial y el 30% del tráfico mundial de contenedores pasando por allí anualmente. La situación actual, con la sequía en el Canal de Panamá y el bloqueo del Mar Negro, complica aún más la dinámica de la navegación. Más de 18 líneas navieras ya están evitando el Canal de Suez, lo que impacta en las rutas comerciales.
Problemas geopolíticos
El conflicto en el Mar Rojo podría intensificar las tensiones entre Irán, Estados Unidos y el Reino Unido, lo que podría aumentar los conflictos en lugares como Irak y Líbano. Además, las disputas en Somalia, Etiopía y Egipto relacionadas con el puerto de Bab-el-Mandeb también representan amenazas significativas para la región.
Incremento de costos
La inestabilidad en el Mar Rojo podría inducir aumentos en la inflación debido a presiones en los costos de insumos de Asia y el Oriente Medio, así como a un posible rally en los precios de las materias primas. Esto representa una amenaza para las economías africanas, que ya están bajo presión debido al COVID-19 y a la falta de financiación externa.
Países africanos que podrían beneficiarse
A pesar de los desafíos, algunos países africanos como Mauricio, Madagascar y Namibia, podrían obtener beneficios estratégicos debido a su ubicación en las rutas marítimas entre Asia y Europa. Sudáfrica también podría beneficiarse dada su infraestructura portuaria y logística avanzada.
En resumen, la crisis en el Mar Rojo presenta desafíos significativos para África, pero también podría abrir oportunidades para algunos países en la región. Sin embargo, la incertidumbre geopolítica y económica plantea serios riesgos para la estabilidad y el desarrollo a largo plazo del continente.
LEA TAMBIÉN: